jueves, 1 de febrero de 2018

RESEÑAS DE LIBROS: CUENTOS SÍN LÍMITES DE EDAD


 


Cuentos sin límites de edad
Poemas (Recopilatorio)
Abuelatecuenta
Amazon, Julio 2017

Mercedes del Pilar Gil Sánchez

Empieza la autora dedicando el libro a sus nietos Ana María y Pablo, a los que considera como su inspiración.
Van sucediéndose después los 16 poemas
que van ilustrados con dibujos que carácter infantil, con un toque de ingenuidad, para expresar el espíritu de los contenidos.
Sin embargo, en la contraportada se dice: “Mis cuentos gozan del beneplácito de grandes y pequeños de todas las edades, mi afán es que resulten fáciles de leer y de comprender”. Sus títulos con amables, desde el primero “¡Comeremos en el jardín!” hasta el último titulado “¡Gracias!”.
Se completa con una página final en la que constan las publicaciones que ha hecho la autora en Kindle: 9 libros de cuentos en total.
 No es fácil escribir para niños. Se necesita cierta dosis de sencillez en el alma para crear textos que puedan llegar a la atención infantil: “Abuela ¿qué son los cuentos?/Los cuentos no son historias…/Son principalmente ensueños, /Los cuentos son enseñanzas,/ para los niños pequeños./Los cuentos son alegría…/ son parte de vida y sueño./Los cuentos, son fantasías,/ que viven los pensamientos, /los cuentos nos enseñaron,/a reconocer pasiones,/ a sentir los sentimientos,/ a saber lo que es el frío,/a palpar qué son los miedos,/ a soltar nuevos suspiros,/ a querer y dar aliento./
Nuestros primeros amores/nos lo mostraron los cuentos”.

Dice el profesor José  Antonio Hernández Guerrero de esta publicación:“En este libro Mercedes nos muestra cómo escribe y, también, nos  explica cómo es porque ella escribe como es. Por eso habla -nos habla- en un tono confidencial, íntimo, amigable y, sobre todo, esperanzado…”
Por otra parte, el mismo profesor  siente  en su lectura la evocación de Juan Ramón Gimes y de Gloria Fuertes y creo que es un acierto  esa evocación.

Una observación que no se ha de olvidar es que no todo el que escribe tiene sensibilidad para llegar a los niños y a los mayores a la vez.
En este libro, la autora, utilizando el metro corto, va hilvanando unos textos que llegan a los lectores con toda la sencillez necesaria para gustar: “¿Por favor, dime, mamá,/si es redonda la tierra?/ ¡Vísteme de luna/de brillante estrella!/ ¡Vísteme, mama…/quiero ser la luna!”.
Con este título nos dice la autora que no sólo los niños pueden soñar sino también los mayores, y que la fantasía nunca ha de ser arrinconada en el trastero de nuestra conciencia.



1 comentario:

  1. Qué preciosa reseña. Muchísimas gracias por llenar mi día con la alegría de tus palabras.
    Un abrazo enorme rodeado de infinitas "GRACIAS"

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